BLOG COMPLEMENTARIO

19 abr 2016

4201.- LA COHERENCIA DE CADA INSTANTE



Este capítulo da comienzo a la última sección del Curso; al broche, cierre, o punto final de todo el proceso

Siempre me ha resultado difícil hacer este final; se me hacía difícil en los cursos y talleres en vivo,  y ahora, al tratar de trasladarlo a un papel, me resulta mucho más complicado ya que ahora no veo vuestras miradas, vuestras posturas corporales, vuestras emociones y convicciones. Viéndolas puedo conocer y comprender vuestros estados de ánimo, vuestras dudas, vuestras esperanzas y vuestras decisiones. Y en la medida que lo considere oportuno puedo recabar de vosotros directamente cuanta información precise. Pero ahora me dirijo a vosotros sin este contacto, y me siento ante un reto que nunca había conocido.
 
Porque esta sección que empezamos ahora, apenas va a tener un par de capítulos y para muchos puede que resulte un poco escasa de contenido, un poco escasa de algo nuevo motivador; y, sin embargo, es absolutamente imprescindible que la consideréis tan importante como el primer capítulo porque, como os he planteado desde el primer día, este Curso  es “un proceso”, que empezó en un punto, tuvo una lógica de desarrollo, y que sólo se comprendería en todo su poder si se cierra dándole todo su sentido.

En la sección 41, anterior, el enfoque era definir nuestros objetivos vitales, nuestro “plan de vida” que se ajustase como un guante a lo que somos, a lo que queremos, a lo que ansiamos. Este plan de vida era absolutamente individual. Yo he procurado aportaros ideas, técnicas y estrategias que os permitieran, a cada uno, encontrar vuestros objetivos y una forma de poderlos alcanzar. Esa labor de definición individual es absolutamente imprescindible pala lograr el objetivo y razón de ser del Curso:  “Cómo SER y VIVIR feliz”,  y cada uno de vosotros habréis definido unos objetivos y caminos diferentes, individuales.

En esta sección lo que debemos lograr es comprender y asumir los “principios de coherencia” comunes a todos nosotros; los principios y estrategias que nos permitirán la coherencia que yo he tratado que tenga este Curso a lo largo de todos sus capítulos; y es por eso que entiendo que para algunos esta sección no aporte “nada nuevo”, porque lo que vamos a hacer principalmente es recordar y conexionar todo lo visto hasta ahora.

Y esto lo vamos a comenzar recordando cinco de los principios básicos del Curso:



Estos cinco principios  no son meras frases bonitas, ni tan siquiera lemas de vida; son, debieran ser, nuestro seguro de felicidad, porque quien haya seguido paso a paso todo el Curso  y se “auto-motive” para asumir estos principios en su día a día, puedo aseguraros que estará muy cerca de lograr su sentido de felicidad, su sentido de bienestar.


Recordaréis que en la sección anterior, veíamos estos 5 pasos del proceso de re-definición del proyecto de coherencia vivencial.



En dicha sección trabajamos los 4 primeros y dejamos definidos objetivos de acción inmediata y los objeticos a medio y largo plazo.  Diríamos que con ello “sabemos lo que queremos hacer” y hemos definido cómo hacerlo.  El 5º paso no puede ser, pues, nada más que llevarlo a la práctica.

¡¡¡Y he aquí el nudo gordiano de toda la cuestión de la coherencia!!!; ¿sabéis cuál es el principal, el más común de los hechos / actitudes de incoherencia del ser humano?, … pues ¡¡¡No hacer lo que ha decidido voluntariamente hacer!!!

Todas las historias biográficas que podrían escribirse de gente “fracasada” tendrían sin duda este elemento en común: la no realización de las acciones que uno decidió hacer. Por el contrario el elemento común que encontramos incuestionablemente en las biografías de las personas que han triunfado en su vida es la realización de sus proyectos y objetivos por encima de cualquier hecho externo a los mismos.

Y tras este párrafo quiero hacer un par de importantes matizaciones para que no me saltéis a la yugular a las primeras de cambio: Cuando empleo la expresión  “triunfadores en su vida” no me estoy refiriendo a los que hayan conseguido fama, poder o dinero y sean adorados como héroes o ídolos en el mundo materialista en que nos movemos, no estoy hablando del  “éxito en el TENER” sino de “SER–sentirse” exitosos en el logro de sus aspiraciones personales.

Todos tenemos en mente frases tan frecuentes  -o hasta manidas pero aceptadas apenas sin contradicción alguna-  como “lo importante no es alcanzar la cima sino disfrutar de la subida”, “lo importante no es ganar, sino participar”; o, en sentido contrario, “nadie se acuerda de quienes quedaron segundos y terceros”. Todas estas frases están reflejando en qué consiste realmente la felicidad y el éxito personal: no tiene por qué coincidir con “el premio máximo” sino con una valoración personal,  interna,  de satisfacción; y os voy a poner otros dos ejemplos:

*.- Leí hace tiempo una entrevista al padre Vicente Ferrer, con motivo del cambio de milenio, en la que le preguntaban cómo veía el Mundo y si se sentía triste y preocupado por la insuficiencia de valoración de sus labores entre los necesitados;  y él contestaba que por supuesto que le gustaría que el Mundo fuese más justo y humano, pero que él cada día se dormía muy satisfecho y feliz por lo que podía hacer en su entorno y, sobre todo, al saber que al día siguiente podría seguir ayudando a los demás.

**.- Jean-Paul Sartre, uno de los más activos filósofos de nuestra era, y acérrimo defensor de las libertades, participó con sus escritos y hasta de forma directa y personal en reuniones de trabajo sobre actualizaciones de las legislaciones europeas sobre las condenas de privación de libertad, y se le atribuye una anécdota realmente curiosa en este campo: parece ser que en una de estas reuniones de profesionales juristas, en la que se debatía si la condena a grandes defraudadores, traficantes, mafias, y demás delincuentes  con grandes fortunas, la duración de las penas de privación de libertad deberían ser inversamente proporcionales al montante del dinero que se devolviera (es decir: que lo principal fuese que devolvieran el dinero y que ello les permitiese aminorar su estancia en prisión),  Jean-Paul Sartre expuso que si devolvían el dinero y salían pronto de prisión volverían a hacer lo mismo de nuevo; pero que si se les condenaba a lo único que no soporta el ser humano: la soledad, se conseguiría el verdadero fin de la condena; y, añadió que el encierro debería hacerse rodeados de miles de dólares y lingotes de oro que estuviesen viendo continuamente pero que nunca pudiesen ser valorados por nadie por esa fortuna, ya que era esta valoración externa lo que motivaba sus vidas. “Je vois seulement ce que les autres convoitaient de moi; mais je ne vois rien de valeur en moi”  (Solo veo lo que los demás ansiaban de mí; pero yo no veo nada de valor en mí)

Estos dos ejemplos nos muestran cómo la felicidad está -o no está- exclusivamente en el interior de cada uno, y no en la apariencia de triunfo ante los demás, y cómo cada cuál puede ser consciente y comprender si se siente feliz, o no, y por qué?

He comentado al principio que esta sección va a tener pocos capítulos. En este primero simplemente he querido hacer la introducción a la exigencia de nuestra coherencia “en la acción”; en el sentido que debemos encontrar al título del Curso: “SER Y VIVIR”  felices, porque nunca podremos decir que “somos” felices si no “vivimos” felices, y no se vive unos días sí, y otros no; los pares por ejemplo sí, y nos toca ser felices, y los impares invernamos a la espera del día siguiente. Para ser felices tenemos que serlo de una forma habitual, de una forma coherente en nuestro vivir diario; cada día, y en cada instante; y esto solo se consigue con convencimiento, constancia y automotivación


Y para cerrar el capítulo os voy a adelantar los dos aspectos de esta coherencia en el vivir diario que voy a tocar en el próximo:

  •  Las “excusas”  “es que….”
  • El poder de coherencia del “amor”





















No hay comentarios:

Publicar un comentario