BLOG COMPLEMENTARIO

21 feb 2016

4104.- EXPRESIÓN “VOLUNTARISTA” DE PROYECTOS





Avancemos un poco más en el proceso de nuestra re-definición vital.
Para ello, recordemos los cuatro puntos que señalé como etapa del proceso (agrupo 4 y 5 en el denominado proceso DAFO)

Y quiero insistir en esta imagen porque con ella deseo visualizar una variación propia que he introducido en este Curso, y es trasladar al final el proceso DAFO que durante muchos años lo he visto tratado entre las fases 2 y 3, y, a su vez, dar una especial relevancia a la MVPI (Matriz de valoración de prioridades e implicaciones)

Pienso que ello no es más que una consecuencia del ámbito en que se ha desarrollado principalmente el Coaching: el mundo empresarial; pero cuando comencé a estudiar este proceso de cambio “en las personas”, observé que el proceso de planificación DAFO no era oportuno realizarlo antes del punto 3. El DAFO es una herramienta de “efectividad”, muy útil para los ámbitos empresariales y operativos, pero con un marco “en principio” ajeno a la emocionalidad del ser humano; perspectiva que no debe extrañarnos en la aplicabilidad al mundo empresarial, pero, según mi opinión, poner el DAFO antes de la MVPI provoca dos hechos negativos:

*.-  Por una parte, si se quiere realizar “luego” el análisis de prioridades e implicaciones, no se podrá “ignorar” las “cargas” procedimentales del proceso DAFO; es decir, en mi opinión, realizar el DAFO antes de la MVPI significa  “anteponer” (y probablemente dar un valor distorsionado a) los aspectos materiales (que pueden ser reales, por supuesto), a las verdaderas fuerzas internas de los sueños y la ilusión que es lo único que realmente posibilita un cambio.

*.- Por otra parte, al hacerse en tercer lugar el DAFO, es frecuente que no se realice la MVPI, con lo cual se está ignorando por completo las causas internas que posibilitarían un cambio en nuestra perspectiva vivencial. Dicho con otras palabras. Lo que estaríamos haciendo con bastante probabilidad es reforzar las razones por las cuales seguimos estando en la situación de la que queremos salir.

Por consiguiente, en los dos capítulos siguientes vamos a hablar de los paso 2 y 3 conjuntamente.

¿Qué hemos venido haciendo en este proceso hasta el momento?: decidir que quiero cambiar mi vida (en mayor, o menor medida), y definir y analizar la re-definición de mis dimensiones vivenciales; es decir: hemos decidido hasta el momento a qué áreas de mi vida voy a dedicar más tiempo, y con un sentimiento de hacerlo para lograr un mayor grado de bienestar o satisfacción personal.

Pero ese “conjunto de sensaciones y deseos” debe ser concretado para poder planificar un camino para lograrlo



Y, para ello, el paso que debemos dar ahora es lo que denomino “Expresión voluntarista de proyectos”. Para ello, nos vamos a exigir volver a expresar en un papel lo que ya hicimos en los primeros días de este Curso : rellenar este pequeño pero valiosísimo recuadro




Pero, además, lo vamos a completar con estos otros sueños u objetivos “de reserva”

Y no perdamos de vista donde estamos: estamos en la búsqueda de la “coherencia” en nuestro proyecto vital; y venimos (2 capítulos anteriores) de realizar nuestra re-definición de nuestras dimensiones vivenciales. Por tanto, lo primero que debemos hacer es examinar si este sueño-objetivo que hemos concretado en el recuadro anterior está en línea, o no, con nuestra re-definición dimensional. Y si creemos que el primero que escribimos no es el que sintamos ahora que concuerda más con ese proceso, pues podemos elegir uno de los tres que pusimos como reserva.

Si uno va a una empresa –o profesional- dedicados a este tipo de trabajo (coaching) y está dispuesto a hacer un trabajo soberbio y pagar por ello, sería posible que todo lo que vamos a ver a lo largo de estos capítulos hasta finalizar la sección 41 no se hiciera para un solo objetivo sino para más, hasta quizás los cuatro. Personalmente opino que el resultado puede ser muy bueno, pero me permito aventurar que en la mayor parte de los casos sería “demasiado”; creo que lo adecuado es el trabajo que podemos hacer cada uno de nosotros siguiendo tranquilamente las indicaciones que os voy a brindar a lo largo de estos capítulos.


Así pues, estamos ya centrados en un “Sueño, o proyecto vital”. Pero permitidme que os llame la atención sobre esa palabrita que he querido poner en la denominación de esta etapa: “voluntarista”.  ¿Por qué pongo esta palabra, porque esa voluntad, ese deseo, ese “para qué” motivacional  (Ver sección 33 de la  Parte Tercera del Curso) debe ser la razón básica y sustentadora de todo el proceso.

Aquí tenéis el soporte que hay que rellenar (podéis hacerlo a vuestro aire, o me lo pedís si queréis) . Como veis, el soporte consta de dos cuerpos: en el superior se escribe –a la izquierda- vuestro objetivo vital, y a la derecha las satisfacciones que deseáis lograr alcanzando ese objetivo: vuestra motivación 


Y abajo tenéis que poner lo que denominamos “proyectos”.  Estos “proyectos”  (que pueden ser 2, 3, 4, 5 o más (no es conveniente) ) son las diferentes “formas” –o caminos-  en que podríamos lograr el sueño-objetivo que nos proponemos, y que vamos a someter a su análisis y ponderación de viabilidad a través de la MVPI.

Os pongo un ejemplo de un joven profesional que se sentía desbordado y dominado por los demás en todos los aspectos de su vida y que en un taller escribió esta expresión de objetivo vital y proyectos alternativos

Echadle un vistazo para que intentéis comprender su esencia. Tratad de construir vuestro propio cuadro, y en el capítulo siguiente, cuando hablemos de la MVPI comprenderéis todo. 


No había comentado antes -pero así lo veis mejor con el ejemplo- que a cada proyecto alternativo se le identifica con un nombre. Esto facilita que en la MVPI se use sólo este nombre identificativo y no toda su expresión (tan larga como se quiera), a la vez que el nombre asignado debe expresar una valoración subjetiva del proyecto. Fijaros, por ejemplo, la gran carga y significado emocional de cada uno de los cinco proyectos y sus denominaciones.

Esta persona necesitaba en gran medida esta reconversión vital, y se entregó en cuerpo y alma al proceso. Entendió perfectamente el significado de la expresión “voluntarista”

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Y hasta aquí este capítulo. Pero antes de acabar quiero trasladaros una recomendación que hace unos días transmití a una persona que se había encontrado con este Curso ahora: si tenéis tiempo no dejéis de volver a echar un vistazo a los cuatro capítulos anteriores de esta sección 41 porque así podéis entender mucho mejor “el todo” de la misma, que las particiones que suponen los diversos capítulos y la demora en publicar cada uno de ellos puede dificultar.

Salud, felicidad y hasta dentro de unos días

















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