Avancemos
un poco más en el proceso de nuestra re-definición vital.
Para
ello, recordemos los cuatro puntos que señalé como etapa del proceso (agrupo 4
y 5 en el denominado proceso DAFO)
Y
quiero insistir en esta imagen porque con ella deseo visualizar una variación
propia que he introducido en este Curso, y es trasladar al final el proceso
DAFO que durante muchos años lo he visto tratado entre las fases 2 y 3, y, a su
vez, dar una especial relevancia a la MVPI (Matriz de valoración de prioridades
e implicaciones)
Pienso
que ello no es más que una consecuencia del ámbito en que se ha desarrollado
principalmente el Coaching: el mundo empresarial; pero cuando comencé a
estudiar este proceso de cambio “en las personas”, observé que el proceso de
planificación DAFO no era oportuno realizarlo antes del punto 3. El DAFO es una
herramienta de “efectividad”, muy útil para los ámbitos empresariales y
operativos, pero con un marco “en principio” ajeno a la emocionalidad del ser
humano; perspectiva que no debe extrañarnos en la aplicabilidad al mundo
empresarial, pero, según mi opinión, poner el DAFO antes de la MVPI provoca dos
hechos negativos:
*.-
Por una parte, si se quiere realizar
“luego” el análisis de prioridades e implicaciones, no se podrá “ignorar” las
“cargas” procedimentales del proceso DAFO; es decir, en mi opinión, realizar el
DAFO antes de la MVPI significa
“anteponer” (y probablemente dar un valor distorsionado a) los aspectos
materiales (que pueden ser reales, por supuesto), a las verdaderas fuerzas
internas de los sueños y la ilusión que es lo único que realmente posibilita un
cambio.
*.-
Por otra parte, al hacerse en tercer lugar el DAFO, es frecuente que no se
realice la MVPI, con lo cual se está ignorando por completo las causas internas
que posibilitarían un cambio en nuestra perspectiva vivencial. Dicho con otras
palabras. Lo que estaríamos haciendo con bastante probabilidad es reforzar las
razones por las cuales seguimos estando en la situación de la que queremos
salir.
Por
consiguiente, en los dos capítulos siguientes vamos a hablar de los paso 2 y 3
conjuntamente.
¿Qué
hemos venido haciendo en este proceso hasta el momento?: decidir que quiero
cambiar mi vida (en mayor, o menor medida), y definir y analizar la
re-definición de mis dimensiones vivenciales; es decir: hemos decidido hasta el
momento a qué áreas de mi vida voy a dedicar más tiempo, y con un sentimiento
de hacerlo para lograr un mayor
grado de bienestar o satisfacción personal.
Pero
ese “conjunto de sensaciones y deseos” debe ser concretado para poder
planificar un camino para lograrlo
Y,
para ello, el paso que debemos dar ahora es lo que denomino “Expresión voluntarista de proyectos”.
Para ello, nos vamos a exigir volver a expresar en un papel lo que ya hicimos
en los primeros
días de este Curso : rellenar este pequeño pero
valiosísimo recuadro
Pero,
además, lo vamos a completar con estos otros sueños u objetivos “de reserva”
Y
no perdamos de vista donde estamos: estamos en la búsqueda de la “coherencia”
en nuestro proyecto vital; y venimos (2 capítulos anteriores) de realizar
nuestra re-definición de nuestras dimensiones vivenciales. Por tanto, lo
primero que debemos hacer es examinar si este sueño-objetivo que hemos
concretado en el recuadro anterior está en línea, o no, con nuestra
re-definición dimensional. Y si creemos que el primero que escribimos no es el
que sintamos ahora que concuerda más con ese proceso, pues podemos elegir uno
de los tres que pusimos como reserva.
Si
uno va a una empresa –o profesional- dedicados a este tipo de trabajo
(coaching) y está dispuesto a hacer un trabajo soberbio y pagar por ello, sería
posible que todo lo que vamos a ver a lo largo de estos capítulos hasta
finalizar la sección 41 no se hiciera para un solo objetivo sino para más,
hasta quizás los cuatro. Personalmente opino que el resultado puede ser muy
bueno, pero me permito aventurar que en la mayor parte de los casos sería
“demasiado”; creo que lo adecuado es el trabajo que podemos hacer cada uno de
nosotros siguiendo tranquilamente las indicaciones que os voy a brindar a lo
largo de estos capítulos.
Así
pues, estamos ya centrados en un “Sueño, o proyecto vital”. Pero permitidme que
os llame la atención sobre esa palabrita que he querido poner en la
denominación de esta etapa: “voluntarista”. ¿Por qué pongo esta palabra, porque esa
voluntad, ese deseo, ese “para qué” motivacional (Ver sección 33 de la Parte
Tercera del Curso) debe ser la razón básica y
sustentadora de todo el proceso.
Aquí
tenéis el soporte que
hay que rellenar (podéis hacerlo a vuestro aire, o me lo pedís si queréis) . Como veis, el soporte consta de dos cuerpos: en el superior
se escribe –a la izquierda- vuestro objetivo vital, y a la derecha las
satisfacciones que deseáis lograr alcanzando ese objetivo: vuestra motivación
Y
abajo tenéis que poner lo que denominamos “proyectos”. Estos “proyectos” (que pueden ser 2, 3, 4, 5 o más (no es
conveniente) ) son las diferentes “formas” –o caminos- en que podríamos lograr el sueño-objetivo que
nos proponemos, y que vamos a someter a su análisis y ponderación de viabilidad
a través de la MVPI.
Os
pongo un ejemplo de un joven profesional que se sentía desbordado y dominado
por los demás en todos los aspectos de su vida y que en un taller escribió esta
expresión de objetivo vital y proyectos alternativos
Echadle
un vistazo para que intentéis comprender su esencia. Tratad de construir
vuestro propio cuadro, y en el capítulo siguiente, cuando hablemos de la MVPI
comprenderéis todo.
No
había comentado antes -pero así lo veis mejor con el ejemplo- que a cada
proyecto alternativo se le identifica con un nombre. Esto facilita que en la
MVPI se use sólo este nombre identificativo y no toda su expresión (tan larga
como se quiera), a la vez que el nombre asignado debe expresar una valoración
subjetiva del proyecto. Fijaros, por ejemplo, la gran carga y significado
emocional de cada uno de los cinco proyectos y sus denominaciones.
Esta
persona necesitaba en gran medida esta reconversión vital, y se entregó en
cuerpo y alma al proceso. Entendió perfectamente el significado de la expresión
“voluntarista”
-.-.-.-.-.-.-.-
Y
hasta aquí este capítulo. Pero antes de acabar quiero trasladaros una
recomendación que hace unos días transmití a una persona que se había
encontrado con este Curso ahora: si tenéis tiempo no dejéis de volver a echar
un vistazo a los cuatro capítulos anteriores de esta sección 41 porque así podéis
entender mucho mejor “el todo” de la misma, que las particiones que suponen los
diversos capítulos y la demora en publicar cada uno de ellos puede dificultar.
Salud,
felicidad y hasta dentro de unos días
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