Terminábamos el capítulo 4001 con la imagen adjunta y la solicitud por mi parte de que hicierais un pequeño ejercicio: os pedía que escribieseis en un papel “la lista de cambios” que queréis introducir en vuestra vida. … Y os decía, así mismo, que os estaba preparando una pequeña trampa
¿Cuántos
de vosotros habéis hecho la lista de cosas que queréis cambiar en vuestra vida?
Y ¿cuántos de vosotros la habéis hecho
como lista “exclusivamente” de cosas positivas, o acciones a llevar a cabo; o
en términos negativos o cosas a quitar de vuestra vida? Por ejemplo, listas
comunes suelen ser:
A.-
De carácter solo directo o positivo
·
Hacer más
ejercicio
·
Aprender ingles
·
Tener un hijo
·
Viajar más
·
Integrarme en un
club de montañismo
·
Etc., etc….
B.-
De carácter solo excluyente, podría ser:
·
No enfadarme tanto
·
No hacer grandes
comilonas ni botellones
·
Dejar de fumar
·
No seguir la
relación con XX
·
Etc., etc…
Esto
está bien, son ejemplos normales y correctos; pero no responden al enfoque que
se quiere dar en este Curso y, en concreto, en esta cuarta parte del
mismo. ¿Por qué?, porque desde la primera
línea del Curso dijimos que “gestión” significa tener un objetivo, una meta a
conseguir, y poner los medios adecuados para ello. Por tanto, esa lista que os
pedí que hicierais; esa lista que habéis podido hacer, puede ser correcta y
puede resultaros útil algo más adelante, pero no es el primer paso que debemos
dar. No la rompáis, simplemente guardarla de momento.
¿Cuál
es, pues, el proceso que vamos a seguir?
Lo
dice el título de este capítulo (que va a ser el de toda la Sección 41): DEFINICIÓN
Y PLANIFICACIÓN DE NUESTROS OBJETIVOS VITALES
Por
tanto nuestro primer paso será definir nuestro objetivo, o meta: SER FELIZ =
TENER UN ESTADO HABITUAL DE BIENESTAR. Conceptos que desarrollamos
principalmente en la sección
11 de este curso y más en
concreto en los capítulos 1102, 3 y 5 , y de donde podemos recordar dos
conclusiones en forma de frases o pensamientos conceptuales:
Estas
dos frases son importantes en mi personal planteamiento de este tema, ya que
expresan la esencia del qué y el cómo del proceso.
Si
utilizásemos otra imagen gráfica, podríamos decir que el proceso cabría
imaginarlo de la siguiente forma
Pero
aunque esta imagen es correcta, lo verdaderamente necesario, el paso siguiente
imprescindible, es que nos planteemos la cuestión desde esta otra perspectiva:
Evidentemente
cada uno de vosotros podréis estar más de acuerdo, o menos, en si ambas
gráficas son equivalentes, o si una es más importante que la otra. Lo que sí
puedo afirmar yo es que desde la perspectiva de este Curso lo realmente
importante es ser capaces de “darnos cuenta” de lo que implican ambas y su
relación con el objetivo “finalista” como esencia del logro de la felicidad, y
el “locus de control interno” como requisito imprescindible.
Así pues, estamos
ya perfilando el objetivo conceptual de este proceso de logro de la “Coherencia
Vital”:
1º.
Definir mi
objetivo o meta
2º.
Definir qué me
impide lograrlo
3º.
Definir cómo
lograrlo
¿Cuáles
son “las condicionantes
de un posible cambio de “proyecto vital” (PV)?
Comentemos
el siguiente gráfico:
Podemos decir que
la vida real de una persona, su proyecto vital (PV) viene condicionado, o al
menos influido, por tres grupos de factores:
- Los propios del individuo como ser diferencial, con sus capacidades y limitaciones, sus valores temperamentales, su carácter, su emocionalidad
- En segundo lugar, los factores culturales y sociales, con sus condicionantes y prejuicios
- Y, finalmente, las influencias derivadas de sus habilidades relacionales, y de sus experiencias concretas
Todo
esto influye en cada uno de nosotros y hasta podríamos admitir que puede
condicionar en cierto modo nuestro Proyecto Vital. Pero hay dos máximas que
admitirlas, o no, van a determinar de facto nuestras posibilidades de
re-definición de nuestro P.V.
Pero
estoy seguro que todos los seguidores de este Curso, a estas alturas del mismo,
ya están convencidos de que dichas máximas sí son ciertas.
Damos,
pues un paso más, y tras los posibles factores influyentes, o condicionantes,
vamos a referirnos ahora a lo que denomino “Requisitos (o requerimientos) para el cambio”…efectivo
y productivo, coherente. Los expreso gráficamente así
El
significado de cada uno de los tres requerimientos, o “pasos” los explicaré a continuación; ahora
sobre lo que quiero llamar vuestra atención es sobre esos números: -3,
-2 y -1. Estos símbolos negativos y su colocación
visual lo que quiere significar es que en realidad deben ser pasos a dar en ese
orden.
El
primero de los requerimientos es afrontar el proceso de cambio no mirando al
pasado sino al futuro, y no bajo una valoración de “por qués” sino bajo una valoración de “para qués”. Los “por qué” sólo son
explicaciones de hechos pasados, y muchas veces meros pretextos o escusas. Mientras que los “para qué” se refieren a
nuestras metas, a las decisiones de acción que tomemos, y a nuestro ejercicio
de responsabilidad o locus de control propio.
El
segundo requerimiento “Vaciando la mochila”, significa que para efectuar un
verdadero cambio en nuestro P.V. es imprescindible vaciarnos de todas las
ataduras que distorsionan nuestra percepción real de las situaciones, de
nuestros objetivos, y de nuestras posibilidades. Como decía Einstein : “No se
puede resolver un problema con el mismo nivel de consciencia que lo creó”
Finalmente,
el tercer requerimiento es una exigencia de honestidad y coherencia con
nosotros mismos. Me refiero a un acto de voluntariedad, entendiendo como
tal la capacidad de los seres humanos
que les mueve a hacer cosas de manera intencionada. Es la facultad que permite
al ser humano gobernar sus actos, decidir con libertad y optar por un tipo de
conducta determinado. Es la conjunción de “querer”, “elegir”, y “ser
consciente”
Quiero acabar este capítulo planteando una pregunta: Si lo expuesto hasta el
momento parece claro, sencillo, y razonable, ¿por qué la gente tiene tanta
dificultad en reconducir su P.V. hacia una mayor felicidad o bienestar?: Pues
por una única y sencillísima razón: porque el ser humano tiene aún una absoluta
dependencia existencial con la “seguridad”. La emoción más profunda y dominante
en las personas es EL MIEDO; el miedo ¿a qué?, al cambio; a un cambio que nos
haga perder nuestra seguridad, nuestra estabilidad, la denominada “zona de confort” (Ver vídeo)
El próximo día entraremos ya propiamente en el “proceso del cambio”, y lo haremos a través de este guión
No
olvidéis la lista que hicisteis; y tanto si la hicisteis, como si no, releer
este capítulo con calma y empezar a contactar con vuestro interior para ir
visualizando y sintiendo vuestro nuevo P.V.
No olvidéis que:
“Tal
como pensemos, sentiremos, tal como sintamos, actuaremos”
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