BLOG COMPLEMENTARIO

1 oct 2014

1302.- HABILIDADES DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL



Comenzamos una nueva entrada del Curso con el gráfico conceptual de la I.E. con el que acabábamos la anterior; ¿y por qué?


Recuerdo una anécdota que me contó una psicóloga de un Instituto de secundaria: Unos padres habían detectado que su hijo, que en los años anteriores estudiaba y sacaba unas notas de maravilla, ahora estaba obteniendo muy malos resultados y se le veía con una apatía enorme. Los padres, temiendo problemas de otra índole, quisieron hablar con la psicóloga del centro, y ésta lo hizo con el joven estudiante, y lo primero que se le ocurrió fue hacerle un test para medir su C.I. (Coeficiente de Inteligencia) y hacerle ver el gran potencial que tenía. Pero cuál fue su sorpresa cuando la primera frase respuesta del chico ante el elevado CI fue “¿y para qué?”.

Y os voy a contar también un chiste malísimo: Un aldeano le dice a otro : “tengo un burro que vale un potosí, fíjate que hasta lee libros y todo”. Su compañero le dice :”¿pero cómo va a saber leer un burro?. Vamos a verlo”.- Así que cogen un gran libro, se van donde estaba el burro, se lo ponen delante y el burro …ni papa.- “Ves como no sabe leer?” dice el amigo.- A lo que le contesta el dueño del burro: “no, si él leer sí lee, lo que pasa es que no sabe hablar”.


¿Qué he querido poner de relieve con estas dos historias? 

Que “tener” unas determinadas capacidades intelectuales no es lo mismo que “ser” inteligente. “SER” significa “vivir”, y  -como seres humanos que somos- significa vivir en relación con los demás, y como ya hemos dejado bien sentado en nuestras lecciones anteriores que nuestro “actuar” está íntimamente ligado a nuestra forma de vivir nuestra emocionalidad, nuestro nivel de I.E. será la “habilidad” (capacidad desarrollada) que tengamos para dicha convivencia con los demás…. ¡¡en orden a conseguir nuestros objetivos vitales!!

Y de eso trata este capítulo, de conocer cuáles son las que se denominan “Habilidades de la I.E.”  que, siguiendo a Goleman, son las siguientes :

  • Auto-conocimiento : O “conciencia de sí mismo”. Ser capaz de auto-evaluarse y examinar sus emociones y su impacto en el rendimiento, buscando en sus fortalezas y debilidades; tener la certeza acerca de sus capacidades, valores y objetivos, y aprender de sus experiencias.
  • Auto-regulación: Capacidad de controlar el estrés, la presión y los factores temperamentales; ser positivo y centrado en la acción; y fomentar confianza y autocontrol.
  • Motivación : Capacidad para el compromiso; actuar por el logro y el disfrute del reto; capacidad para tomar iniciativas y comprometerse con los objetivos del grupo; capacidad de resistencia y superación de situaciones de adversidad
  • Empatía: Capacidad de ver y comprender los puntos de vista de otras personas, sus necesidades y sus limitaciones; de captar los sentimientos y estados anímicos de los demás; de no dejarnos llevar frente a los otros por conductas estereotipadas y culturales.
  • Habilidades sociales: liderazgo y habilidades que influyen, como la persuasión, la comunicación, habilidades de escucha, negociación, juego en equipo y cooperación, resolución de conflictos, la capacidad de inspirar y guiar a los demás, la capacidad para iniciar y gestionar el cambio y la capacidad para lidiar con las emociones de los demás - especialmente las emociones del grupo.


A lo largo de todo el Curso se van a ir desarrollando de forma específica cada una de estas habilidades. Así, por ejemplo, la primera “Autoconocimiento”, constituye toda la Segunda Parte del Curso. Y “Autorregulación”  y  “Motivación” constituyen la Tercera Parte. Por ello, no voy ahora a profundizar conceptualmente en las mismas, pues incluso, como luego se verá, mis planteamientos tienen ciertos matices diferenciadores con los expresados por Goleman.

En este sentido  --y esta diferenciación sí quiero señalarla desde este momento—la denominada “Habilidades Sociales” por Goleman, está  (en mi opinión) demasiado enfocada hacia el “factor liderazgo” y el mundo empresarial (de ahí el éxito de su libro), cuando en el fondo de los planteamientos  “de búsqueda de la felicidad” de hoy en día se tiende mucho más hacia un enfoque de “integración con el entorno social”.  
De ahí que en todo este Curso esta quinta habilidad de la I.E. yo la denomine  “Sociabilidad” .   
Así como la “Empatía” hace relación más a las relaciones bilaterales con los demás (aunque sean múltiples), la Sociabilidad haría relación a nuestra postura, o integración con la situación, objetivos y actividades de nuestro entorno comunitario (círculo familiar, deportivo...; ciudad, país, etc…)



En la siguiente entrada (Test de Habilidades de la I.E) incluyo mis personales definiciones conceptuales de estas 5 habilidades, orientadas al significado del presente Curso


Al final de esta entrada encontraréis un vídeo que  --aunque un poquillo largo (23 minutos)-- viene a ser un cierto compendio de todo lo visto hasta ahora. Por tanto, constituye una buena herramienta de formación. Y el próximo día os ofreceré un test sobre vuestro nivel de I.E. 

Pero para sacarle el máximo rendimiento a ambas cosas creo que es bueno que acabe este capítulo con un par de cuestiones adicionales sobre la comprensión conceptual de nuestro “actuar”.

Nos preguntábamos en el capítulo 1201 ¿qué rige nuestra forma de actuar?; ¿cuál  es  nuestro  proceso  o  sistema  de  decisión? ¿racionalidad  versus  emocionalidad?



Supongamos que nuestras decisiones se tomen en virtud de 4 factores:
·         Los datos de entrada, o información sobre la que decidir
·         La memoria, o datos comparativos a utilizar
·         El proceso de tratamiento de ambos factores anteriores
·         Y la salida o decisión del proceso

Si consideramos este proceso en un PC, deberemos de admitir que (salvo error de programación o funcionamiento) en base a los datos de entrada y su tratamiento por el programa adecuado y los datos de memoria utilizados, la salida será siempre la misma.

Si aplicamos este análisis al procedimiento de decisión de nuestra inteligencia racional, debiéramos admitir que el proceso y solución sería el mismo que en el caso anterior, con las salvedades de nuestras capacidades de manejo de datos, y posibilidades de error de procedimiento; pero qué duda cabe que cualquier buen profesional (médico, futbolista, contable, o camionero) obtienen los mismos o semejantes resultados en la habitualidad de sus decisiones técnicas.

Pero  ¿qué pasa con nuestra I.E.?; ¿qué pasa con nuestra emocionalidad en cada toma de decisión?... pues que



Comprender y “asumir” este cuadro de decisión es fundamental para poder comprender nuestras propias acciones y las de los demás. No cabe objetividad alguna en las  “vivencias” de las situaciones: todo lo que  “nos sucede”  --interior o externo-- está “emocionalizado” por nosotros y por los demás; así que hay que “saberse mover” en este campo tan distinto del técnico y racional.


Como conclusión de todo os dejo estas dos frases



Y aquí tenéis el vídeo resumen































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