BLOG COMPLEMENTARIO

2 dic 2015

¿ES POSIBLE SER FELIZ EN LAS CONDICIONES ACTUALES DE TRABAJO?


Hace unas semanas un seguidor del Curso  “Cómo Ser y Vivir Feliz” me mandó un cariñoso email en que me hablaba de una crisis de fe y esperanza que estaba pasando y me preguntaba si realmente es posible ser feliz “en las actuales condiciones de trabajo”.
 
Pero para realizarme esta pregunta me adjuntaba un interesante artículo sobre el que había tenido la siguiente experiencia: Este chico (según me contó pues yo no lo conocía de antes) empezó en su momento la carrera de Periodismo en Barcelona, y tuvo que dejarlo sin acabar por muerte de sus padres y necesidades familiares. Posteriormente acabó la carrera y se animó a complementar su formación con el título de Asistente Social, y de ahí a la Facultad de Psicología. Todo esto compatibilizándolo con diversos trabajos. Según me contaba, estaba soltero y vivía solo.
Hace un par de años se marchó a China pues está convencido que pronto habrá que dominar esa lengua, y hacía unos meses había vuelto a su Tarragona natal, y había empezado a trabajar con contratos eventuales y –según sus palabras- con el salario más bajo de toda su vida. En la casa familiar ahora vive su hermana, con su marido y sus hijos y él decidió irse a vivir a un apartamento, para lo que una de las primeras cosas que ha tenido que hacer era  “limpieza”, y entre otras cosas papeles y ficheros de cosas que había ido a cumulando con el tiempo.
Entre esas cosas estaba el documento en cuestión que trato en este capítulo y que me remitió, a la vez que me expresaba sus pensamientos, sus emociones, y sus dudas. El artículo es el que  -bajo el título de “Haga de su trabajo un hobby”- os transcribo a continuación tal y como él me lo envió. Aunque no me ponía referencia alguna a su autor ni al lugar de su publicación, lo he encontrado en Internet: Su autor es Eduardo Osz, y está publicado en "De Gerencia.com" (http://www.degerencia.com/articulo/haga-de-su-trabajo-un-hobby)

Leedlo, por favor, y luego continúo con algunas consideraciones sobre el mismo y sobre las preguntas de Josep (que así se llama la persona de la que estamos hablando).
 



“HAGA DE SU TRABAJO UN HOBBY”

Los tiempos han cambiado, la concepción judeocristiana del trabajo en donde el sudor de la frente ha sido el pre-requisito funcional para la valoración del pan obtenido, ha finalizado. La palabra “cumplir” ha desaparecido del diccionario, y la idea de “imponer una orden” ha mostrado su impotencia en toda la magnitud de la palabra, quedando relegada a una referencia de mala práctica del pasado.

Hoy los tiempos exigen lo máximo de nosotros, como personas y como profesionales, ya no alcanza con agradar, hoy hay que deleitar; no basta alcanzar objetivos, hay que superarlos; por otra parte ya sabemos que en la actualidad no hay trabajo que dure cuarenta años, ni seguridad garantizada de vida, por lo cual como dijera al principio, definitivamente… los tiempos han cambiado, por ende una nueva concepción del trabajo se presenta como una necesidad imperiosa para adaptarse a los tiempos que corren.

Ante el hecho fáctico e innegociable que nos presenta la realidad me permito presentarle al lector una posible vía de resolución, la cual, lejos de presentarse como una solución mágica, modestamente pretende, a lo sumo, despertar alguna conciencia adormecida en pos de un presente más feliz y un futuro mucho más promisorio.

Históricamente hemos relacionado el trabajo con la labranza, el esfuerzo, la recompensa y hasta algunos se animan a hacerlo con la tortura y la esclavitud. Lejos de criticar dichos conceptos, considero que los mismos han cumplido su cometido a lo largo de la historia, en función de la situación circundante y como ya hemos dicho, si los tiempos han cambiado dichos conceptos deberían al menos modificarse para representar los tiempos actuales. 

En lugar de los anteriores propongo revitalizar conceptos como autoconocimiento, ocio creativo, autosatisfacción y libertad, para lo cual he encontrado en la idea del hobby, la más perfecta de las situaciones para extrapolar al ámbito laboral.

Más allá de las definiciones que nos informan que un hobby es un “pasatiempo o entretenimiento que se practica habitualmente en los ratos de ocio”, mi reflexión al respecto opera en el sentido de entender a un hobby como una actividad, que al ser placentera y elegida voluntariamente por la persona, le permite a ésta, entre otras tantas cosas, investigar, informarse, perfeccionarse, superarse, desafiarse a sí mismo, reconectarse, relacionarse positivamente con su entorno a través de la sana discusión e intercambio de experiencias, técnicas y conocimientos, siendo por ende lo que en definitiva, le permite llegar a un nivel de excelencia jamás antes alcanzado.

Ahora bien, ¿Qué importancia tiene este concepto de hacer del trabajo algo similar a un hobby? La repuesta tiene dos caras, si lo vemos desde el lado de la empresa, me pregunto y le pregunto: ¿No son todas situaciones mencionadas en el párrafo anterior las que necesita una corporación para poder progresar en el mundo de los negocios?

¿No es la mejor manera de lograr una clara estrategia de diferenciación y supervivencia tener a su personal accionando sobre la realidad de manera creativa, resolutiva y mancomunada?

Por otra parte si lo analizamos desde la posición del empleado podría preguntar: ¿No es la mejor manera de ir a trabajar todas las mañanas con una refulgurante sonrisa en el rostro?, Disfrutar del trabajo ¿No sería una mejor forma de pasar 8 horas al día, durante aproximadamente 45 años de vida laboral?

Seguramente la respuesta a todas las anteriores preguntas será sí, y por ende me permito pensar que es un concepto que, cuanto menos, merece ser considerado. Ahora quizás en este momento usted estará preguntándose también, ¿Y el dinero? Lejos de mi responder que no es importante, definitivamente el dinero importa y como importa tanto lo que propongo cambiar no es la necesidad del mismo sino la forma de relacionarnos con él; fluir en lugar de tirar, desatar en lugar de intentar reprimir.

En definitiva, si nos ocupamos de nosotros como empleados y nos despreocupamos del dinero, el dinero vendrá; entiendo que suena paradojal, pero no soy yo la persona que puede explicar dicha paradoja, solo puedo reconocerla, mencionarla, difundirla e intentar desarrollar formas de adaptarnos positivamente a ella, y ese ha sido el espíritu de este simple artículo, maximizado por las palabras de un asistente a una de mis charlas quien no hace mucho dijo “… por favor! Hacer que el trabajo se parezca a un hobby… Eso es imposible! Es una utopía”.

¿Ridículo?, ¿Imposible?, ¿Utópico? Lo mismo han dicho de los grandes descubrimientos de la historia, por lo cual, si eso piensan algunos de estas palabras, pues entonces estamos en el camino correcto! Bienvenidos a la revolución más formidable de todos los tiempos en la vida empresarial! Ha cambiado la concepción del trabajo y eso es algo que merece ser escrito…
-.-.-.-

Hasta aquí el artículo de referencia. Las preguntas que me planteaba Josep –en base a sus particulares circunstancias, que aquí no voy a especificar- eran las siguientes:
      *  ¿De verdad crees Carlos que es posible que hoy en día cualquiera pueda llegar a ver su trabajo como un hobby?
     *  ¿De verdad crees que cabe la posibilidad de ser feliz con los 400 miserables euros que nos pagan y no sabiendo si a final de mes vas a poder seguir trabajando?
     *  ¿De verdad no hemos vuelto a esa etapa del trabajo como esclavitud, a la que se refería el autor del artículo?

   *  …y alguna otra más que no voy a tratar en este artículo, pero que en el fondo cuestionaba el principio que tanto he repetido a lo largo del Curso de  que 
 


Os confieso queridos amigos que no me ha sido nada fácil decidirme a escribir este artículo, pues aún mantengo viva la dificultad que tuve para encontrar la forma más adecuada de responder a Josep y de hacerlo con un mínimo de positivismo, y hasta de ánimo y humor; pero como el conjunto de los que ahora podáis leerme espero no estéis todos en las mismas circunstancias concretas de él, me siento un poco más tranquilo y animado a proponeros mis respuestas al planteamiento de Josep sobre los sentimientos, pensamientos y dudas que pudiera generar el artículo remitido.
Y lo primero que quiero transmitiros es lo siguiente: antes de escribir esto he leído una y otra vez el artículo en cuestión tratando de “sentirlo”, tratando de olvidarme de Josep, tratando de olvidarme de verlo como algo externo a mí. Cuando vemos una película que nos apasione, o leemos una novela que nos haga olvidarnos de todo cuanto nos rodea, “sentimos” como si fuéramos sujetos de esa película o de esa novela; nunca recordaremos la totalidad de cada escena o capítulo ni la mayoría de los pormenores, porque lo que realmente recordaremos serán nuestros sentimientos, nuestras vivencias y -si lo trabajamos- lo que estemos pensando al respecto en cada momento.
Pues bien, al hacer este ejercicio yo me fui dando cuenta que los aspectos positivos que se encierran en el artículo en cuestión también los sentía, también habían impactado en mí, y entonces me centraba un poco más en ellos y “absorbía” el positivismo y las posibilidades de incremento de mi bienestar que podía haber en ellos.

Si nos planteamos una única posibilidad de respuesta a esas tres únicas y generalistas preguntas que he individualizado en la página anterior, es muy probable que nos sintamos llevados a respondernos que no hay margen para sentirnos felices en las “condiciones actuales del trabajo”, pero debemos dar un segundo paso: el paso de respondernos a nosotros mismos: ¿con qué ideas o conceptos del artículo podría sentirme un poco más feliz?. 
¿Por qué no hacernos esta pregunta?, ¿por qué no realizar esta búsqueda? Cada uno de nosotros es un ser diferente y en circunstancias personales diferentes, pero hay criterios, máximas, postulados, propuestas que los estudios, las investigaciones y la constatación empírica han demostrado ser ciertas, y una de ellas es que  “No todo trabajo nos va a hacer felices; ni trabajar en cualquier condición es igualmente satisfactorio; pero si procuro trabajar en lo que quiero o deseo, o si lo hago como diversión, deporte, o medio de crecimiento personal, sin duda alguna que seremos mucho más felices en el trabajo, y las condiciones del mismo, por poco “suficientes” que sean, nos resultarán mucho menos penosas”

La Cuarta Parte del Curso, que comenzaremos en Enero próximo está basada principalmente en este planteamiento. El concepto de “Coherencia Vital” significa precisamente eso: cómo ordeno mi Vida, y como desarrollo el día a día para lograr encontrarme de forma habitual en un estado de bienestar.
La felicidad, o más exactamente: nuestra felicidad, no consiste en vivir perpetuamente en el Edén, ni en negar las posibles circunstancias o entorno de malestar en que podamos encontrarnos, sino en  -aceptando la realidad de la situación- estar decididos a buscar los elementos positivos que nos acerquen a nuestros objetivos vitales. Este tener clara la meta a la que queremos llegar y el camino a recorrer, y el estar dispuestos a hacer lo que nos lleve a ello, es lo que realmente podemos afirmar que será nuestra felicidad: sentirnos bien por ser conscientes de que estamos haciendo lo que queremos hacer para lograr lo que queremos lograr, para vivir como queremos vivir.











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