vamos “a ponernos en marcha”.
Comenzamos el Curso explicando que el
mismo constituiría “un camino de gestión”
hacia la felicidad, concepto que identificábamos con “la sensación de
bienestar”. Y en este principio, en las secciones anteriores, hemos ido
tratando de poner sobre la mesa los factores, recursos o condicionantes que
influyen en todo cuanto hacemos, en todo cuanto sentimos, en todo cuanto
pensamos.
El pilar de estos recursos, y de esta
“gestión” es la Inteligencia Emocional, a la que dedicamos un par de capítulos
en la sección 13. Pero en dicha sección nos limitamos a plantear el tema en un
plano muy teórico, necesario y conveniente, pero limitado. Pudimos “enterarnos”
de que existe esa I.E. y en qué consiste, pero lo importante es que aprendamos
a utilizarla.
Dijimos que la I.E. está compuesta por
5 “habilidades” fundamentales. Este
término de “habilidades” (doctrinalmente aceptado y utilizado) significa
“capacidad y aplicación”, tal como se recoge en las distintas acepciones del
diccionario:
- Capacidad, efectividad y disposición para hacer algo.
- Eficacia, gracia y destreza en ejecutar una cosa
Por tanto, deberemos desarrollar una
formación, una capacitación, en la aplicación de estas habilidades en nuestro
proceso de gestión de nuestra vida para poder sentir que “somos” felices porque
“vivimos” de una forma feliz
Por eso, en esta sección, en la que
vamos a “dibujar” el camino, o proceso que vamos a recorrer, vamos a volver a tratar temas conceptuales y definidores de la I.E., pero en su
enfoque de aplicación inmediata. Es decir: habrá un proceso de aprendizaje y
crecimiento en los sucesivos capítulos siguientes, pero haremos referencia (y
volveremos) con frecuencia a la sección 13
Comenzaremos por recordar lo que se
denominaba “funcionalidad” de las emociones, que podíamos encontrar en la
definición de emociones de J.A. Marina : “Las emociones no son entidades
simples, sino una combinación compleja de aspectos fisiológicos, sociales, y
psicológicos, que generan, o motivan
respuestas para la consecución de un objetivo, o resolución de una necesidad”
Bajo este enfoque, os presento este
cuadro en el que se recogen las funcionalidades de las emociones más básicas
según dos autores: Marina y Plutchick
¿Qué quiero resaltar con este cuadro?,
¿para qué empezamos esta sección con estos comentarios?
Para ser conscientes que el camino de
la vida no son más que emociones, y que las emociones son las que nos mueven,
las que necesitamos para movernos, para avanzar, por ese camino.
¿Y para qué serviría entonces la I.E.?
¿Qué utilidad o significado tendrían cada una de las 5 habilidades de la I.E?.
Pues para recorrer ese camino de la
forma más eficiente y satisfactoria posible.
Así, podemos establecer un cuadro de
funcionalidades en cierta manera semejante, o paralelo al anterior
Es decir: nuestra felicidad, nuestro
bienestar lo lograremos cuando
·
Nos
sintamos seguros de nosotros mismos, tengamos autoestima
·
Nos
comportemos de forma equilibrada y serena
·
Seamos
capaces de superar los momentos de dificultad
·
Cuando
nos sintamos integrados y parte activa de nuestro entorno
Este es, pues, el camino a recorrer.
Vamos a ir esbozando cómo las 5
habilidades de la I.E. pueden ser aplicadas en nuestro día a día
(En cada una de las siguientes 2ª, 3ª,
4ª y 5ª parte de este Curso se desarrollan pormenorizadamente cada una de
ellas)
El
AUTOCONOCIMIENTO, o Autoconsciencia:
Es el que yo denomino “requisito
previo”; el “conócete a ti mismo” de los sabios griegos. En definitiva: “Qué es
lo que quiero” y “¿por qué me comporto como me comporto?
Podríamos definirlo como “la habilidad
para ser consciente, en todo momento, de qué está motivando nuestra forma de
actuar, nuestra forma de dar respuesta a los estímulos externos”
Este “ser conscientes”, “darnos
cuenta”, ha de abarcar a los siguientes 5 aspectos:
c) En
el sentimiento, o estado de ánimo posteriores
d) En los factores
temperamentales y culturales
e)
En
el control, o descontrol de nuestras reacciones
LA AUTO-REGULACIÓN Y LA AUTOMOTIVACIÓN
Para mí son dos habilidades que no
pueden concebirse de forma separada, y constituyen lo que yo denomino : “la
esencia” del proceso de gestión emocional.
Definimos en el capítulo 1302 estas dos
habilidades de la siguiente forma:
· Auto-regulación: Capacidad de controlar el estrés, la
presión y los factores temperamentales;ser positivo y centrado en la acción; y
fomentar confianza y autocontrol.
· Motivación : Capacidad para el compromiso; actuar
por el logro y el disfrute del reto; capacidad para tomar iniciativas y
comprometerse con los objetivos del grupo; capacidad de resistencia y
superación de situaciones de adversidad
De esta concepción conjunta es de donde
sale mi denominación de “esencia” del
proceso de gestión: porque la Motivación se deriva de tener un objetivo
suficientemente definido y deseable que nos hace sacar fuerzas de flaqueza ante
cualquier posible adversidad, y nos tiene siempre despierto nuestro cerebro y
nuestro espíritu hacia ello. Y, sin
esto, la autorregulación se convierte, simplemente, en lo que se denomina “control”
emocional, que pudiéramos imaginar como una mera combinación de látigo y freno
de riendas que, muchas veces deviene en sentimiento de “impotencia”,
“frustración” o “hartazgo”
No se trata de “anular = negar” las
emociones (propias y ajenas), sino de comprenderlas
– aceptarlas – y gestionarlas, aminorándolas, potenciándolas, o transformándolas
Veamos unos ejemplo de lo que quiero
decir:
1º.- Sensación de angustia y nervios
ante un examen
*.- ¿qué tengo
que hacer? ===> aminorarlas (anularlas)
**.-
¿cómo lo haré? ===> básicamente con relajamiento respiratorio
2º.- Sensación
de tranquila desesperanza porque no viene la cita con la que he quedado
*.- ¿qué tengo que hacer?
===> potenciar la sensación de tranquilidad
**.-
¿cómo lo haré? ===> básicamente razonando, buscando alternativas para ocupar
el tiempo que tenía previsto con el otro, en base a distintas alternativas de
ocupación, provechosas para mí
3º.- Profunda sensación de aburrimiento
y pereza
*.- ¿qué tengo
que hacer? ===> transformar esas sensaciones
**.-
¿cómo lo haré? ===> básicamente moviéndome y buscando una actividad
(lectura, música, paseo….) que me satisfaga y haga aumentar mi serotonina
Si mi objetivo de felicidad es sentirme bien en cada momento, esta fuerza
motivadora y el aprendizaje de técnicas de autoregulación, me permitirá “actuar” de la forma más efectiva posible,
partiendo de saber qué me pasa, aceptándolo como emoción-sentimiento, y
aplicando la acción de respuesta precisa.
Yo suelo decir que la contemplación conjunta de estas dos habilidades de
la I.E., es lo que permite al hombre la sin par sensación de “la pasión del deseo + la satisfación del
logro”
LA
EMPATÍA
Es
la habilidad más difícil de lograr. Por eso yo la califico como la “deseable”
de la gestión emocional.
La
definimos como la capacidad de ver y comprender los puntos de vista de otras
personas, sus necesidades y sus limitaciones; captar los sentimientos y estados
anímicos de los demás; comprenderlos y aceptarlos como individuos diferentes de
nosotros,; y relacionarnos con ellos no dejándonos llevar por conductas
estereotipadas y culturales.
¿Cuáles son en mi opinión esos factores que
tan poco común hacen a la empatía?
o
No es fácil aprender a distinguir las
emociones de los demás
o
Su comunicación verbal puede distorsionar
la realidad de sus sentimientos
o
El egocentrismo está muy arraigado en el
ser humano
o
La vanidad y el miedo pueden distorsionar
la manifestación de la verdad
o
La “proyección” puede dificultar nuestra
objetividad
o
Sus problemas no son los nuestros, ni
nuestras soluciones tienen que ser las suyas
Cuando
se analiza el grado de empatía de una persona, se examina bajo cuatro ámbitos
de ponderación:
1º.
Fantasía:
Ser capaces de imaginar o soñar con
personalidades, o situaciones muy
diferentes a las nuestras
2º.
Observación :
Ser capaces de observar y entender (conocer) los estados anímicos de los demás,
y de los nuestros hacia ellos
3º.
Implicación :
Ser capaces de comprender, o implicarnos, en los estados de ánimo de los demás
4º.
Independencia :
Ser capaces de comprender y mantener la independencia del otro, y la nuestra
propia
Este
último “ámbito” es muy importante, pues
la empatía no debe confundirse con la pérdida de nuestra propia personalidad.
Algunas personas se obsesionan tanto en “ponerse en el papel o situación del
otro” que acaban perdiendo su propio norte. En ese grado ya no “se es empático”
sino que se “ha dejado de ser”
SOCIABILIDAD
Como
ya comenté en el capítulo 1302, mi postura personal sobre la quinta de las
habilidades de la I.E. enumeradas por H.Gardner, y sus predecesores Peter
Salovey y Jhon Mayer que ellos denominaron “Habilidades Sociales”, yo la
denomino “Sociabilidad”, queriendo con ello diferenciarla claramente de lo que
son meras normas de educación o incluso habilidades de relación
Aquí de lo que se trata es de dos aspectos “adicionales” claramente diferentes :
a)
Implicación en el entorno; en sus
parámetros vitales
b)
Satisfacción por dicha integración y
trabajos comunes
Es
decir: se trata de la capacidad para mantener relaciones satisfactorias con el
entorno cultural en el que vivimos, y obtener, a través de esa vida en común,
la plena realización y satisfacción de nuestros propios objetivos personales
La
Sociabilidad es lo que diferencia a la I.E. de cualquier otro tipo de
inteligencia, ya que todas ellas, pueden llegar a su máxima expresión en un
plano y consideración absolutamente individual. Cualquier matemático, físico,
poeta, pintor, músico, etc… puede llegar al máximo posible de su desarrollo
específico de ese arte, habilidad o profesión, en absoluta individualidad. Por
el contrario, la I.E. sólo es posible considerarla en su máxima expresión
cuando se llega a una perfecta integración social, pues el ser humano, en pura esencia
es un ser “social”, por tanto sólo puede llegar a su máxima realización como
persona cuando logre “fluir” con sus satisfacciones personales en el seno de su
entorno vital junto a otras personas.
Bien,
toca acabar este primer capítulo de la sección final de la primera parte del
curso. Era necesario refrescar, y complementar la visión de lo que significa la
I.E. desde su vertiente “de aplicación”. Releed este capítulo, junto con el
1302, y volved a haced el test de I.E ; y ya veréis como comprenderéis mucho
mejor el siguiente capítulo en el que plasmaremos la gráfica del camino del
proceso de gestión emocional hacia la felicidad.
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