Finalizábamos el
capítulo anterior con el gráfico de los vectores de emocionalidad
y decía entonces
que en este capítulo explicaría los conceptos que figuran en la imagen, así que
vamos a ello.
Comenzaremos por
dar un significado a la palabra “Emocionalidad”.
Dijimos que personalidad es nuestra forma habitual de comportamiento: un estilo o manera de reaccionar ante las situaciones, en base a nuestros conocimientos y experiencias emocionales.
Pues bien, podríamos entender por “Emocionalidad”: la cualidad emocional de nuestra
personalidad; o, dicho con otras palabras: la forma en que gestionamos, nuestras influencias emocionales y nuestro carácter en nuestro
comportamiento habitual.
Ahora una pequeña lista descriptiva de los diferentes conceptos del cuadro. Y lo vamos a hacer por el
vector que denominamos “A.- Inputs Emocionales” (columna de la
izquierda).
Aquí recogemos
todos aquellos estados emocionales que se nos producen por eventos
sobrevenidos, y de manera aleatoria, y que nada tienen que ver con nuestras
características biológicas.
De arriba abajo
tendríamos:
Emoción :
(Ya visto en capítulos anteriores) Estado afectivo intenso y
relativamente breve, asociado a sensaciones corporales y fisiológicas y
generalmente acompañado de movimientos
expresivos. Las emociones son reacciones inmediatas e inevitables a los sucesos
que recibimos en nuestras relaciones con el entorno. “Casi, ni nos damos cuenta
de lo que nos pasa”
Sentimiento : Es la consecuencia directa de una
emoción, como experiencia subjetiva, propia e individual. Su duración es mayor
que la emoción y se caracteriza por tener más contenido cognitivo. “Somos
conscientes de lo que nos está pasando”
Estados
de ánimo (estados
sentimentales): Son emociones con “sordina”: su intensidad
puede ser menor que la emoción pura original, pero suelen prolongarse desde
unas horas hasta varios días. Suelen ser algo inespecíficos, es decir: no
fácilmente atribuibles a un motivo determinado evidente. Su contenido cognitivo
es mayor y suele ser de “rumiación”. “Damos vueltas y vueltas a cómo nos
sentimos”
El Humor : Estado anímico de mayor duración que
la propia emoción, más difusa y más global que ésta. “Es un estado de ánimo que refleja una
tendencia o estilo habitual (aunque
variable) de afrontar la vida y sus problemas.
Actitudes cognitivas emocionales:
Estados de hipervigilancia en los que el individuo presta atención
selectiva a determinadas emociones (miedo, ira…) y muestra una tendencia a
desarrollar o mantener un estado permanente (estado de ánimo) de reactividad. “No
estamos viviendo la realidad emocional sino una prevención ante posibles
determinadas situaciones”
De la lectura
detenida de estos conceptos se deduce un elemento fundamental de lo que
denominamos “Emocionalidad”: la duración –proporcional, o no- en el tiempo de una emoción original, y las
influencias cognitivas -posteriores, o
previas- que transforman nuestros
sentimientos y estados de ánimo.
Pasemos a la
columna de la derecha, el vector B.- Temperamento
Temperamento :
Hace referencia al conjunto de elementos que forman nuestra “constitución
heredada”; los esquemas biológicos determinantes de nuestra forma de percibir
la vida, los sucesos que nos acontecen.
Apego
: Es la relación afectiva (cariño) que
conecta biológicamente a las criaturas con sus progenitores. Es el sentimiento
fundamental que proporciona la base segura sobre la que desarrollar emociones
positivas y controlar y socializar las emociones negativas
Reacción Afectiva: Es la capacidad individual a
reaccionar ante los factores emocionales. Puede referirse tanto a las
reacciones inmediatas como frente a los estados de ánimo. Es un elemento
claramente de aprendizaje (ej.: esconderse o salir huyendo). Ejemplo de hábitos
(capacidades) diferentes serían las
personas que se dicen: “por aquí no sigo, hago lo que sea” frente a las que se
dicen “¿y cómo voy a salir yo de esta?”.
No se debe confundir con “Resiliencia”, que es una habilidad, o
capacidad de auto-motivación…racional (y que veremos en la Tercera parte del
Curso). Aquí estamos hablando de
pura “reacción innata, biológica”
Emotividad:
O grado de sensibilidad: Cualidad personal para ser afectado
Rasgo emocional: Estilo de reacción. Se refiere al modo
instintivo de reacción en cuanto a la proporcionalidad ante el estímulo
Estado Emocional: Se refiere a situaciones que provocan
en nosotros reacciones especiales, en cierto modo de carácter colectivo.
(“Estamos” de fiesta; “estamos” de duelo). Vienen motivadas principalmente por
las influencias generacionales en la “importancia” o “gravedad” de la situación
(p.ej.: duelo por la muerte de un familiar, con encierro y ayuno de varios
días; o, por el contrario: situación de festejos continuados por la boda de un
miembro del clan (gitanos, ej,))
Labilidad: Es el grado de facilidad, frecuencia,
repetición, con que una persona cambia de un estado de ánimo a su contrario,
sin razón evidente para ello, y a menudo con manifestaciones (risas, llanto)
desproporcionadas.
Alexitimia: Es la incapacidad de identificar y
describir verbalmente las emociones y sentimientos en uno mismo y en los demás.
Pasión:
Es la vivencia en grado alto y
continuado de una emoción o sentimiento. Su punto contrario sería la frialdad
emocional.
Es probable que
para los que se enfrenten a estor términos por primera vez las breves
descripciones conceptuales que he hecho de cada uno de los elementos
integrantes de este vector temperamental, les creen dudas de comprensión, o de
diferenciación entre ellos.
Me había
planteado poner una batería de posibles confusiones y aclaraciones, pero me
parece que eso sería poner el carro delante de los bueyes, y teniendo la
posibilidad de un contacto directo por email, creo que éste debe ser el camino
para aclarar cualquier duda personal que podáis tener.
No obstante, sí
puede ser conveniente añadir este comentario global: Los diferentes factores
temperamentales que figuran en el cuadro suponen –en parte- las posibles
razones por las que cada cual percibe y reacciona de forma distinta a estímulos
semejantes; y de ahí la dificultad que a veces tenemos de “comprender” las
reacciones y sentimientos de los demás.
Pero es el
tercer vector C.- Personalidad, el que
realmente decide la individualidad emocional de cada uno; lo que
denominamos Emocionalidad
¿Qué quiere
significar esta columna central del gráfico anterior?
Tengamos en
cuenta las flechas que pongo para darle ese significado.
Expresaba en el
capítulo anterior (1404) que estos vectores constituyen de hecho un todo
conjunto inseparable en cada acto de cada persona. De ahí las flechas azules y
amarillas que representan esa influencia de los aspectos detonantes emocionales
y de los aspectos reactivos temperamentales.
Pues bien, a
esos dos conjuntos de factores se le añade un tercero. “El Carácter” que podríamos definir como “el componente
aprendido del temperamento que se ha ido forjando a lo largo del historial de
vida del individuo, por influencia de la sociedad, cultura, y entorno”.
Vendría a ser
como nuestra “personalidad oculta”.
¿Y por qué lo
denomino así: “personalidad oculta”? Porque el término “personalidad” debemos
emplearlo para la plasmación en la realidad. Cuando desarrollemos la Parte
Segunda del Curso, veremos cómo distinguimos entre “rasgos” de carácter y “pautas
de comportamiento”. Y lo vais a entender muy bien con un ejemplo y la anécdota
que os conté en el capítulo anterior:
*.- Para conocer
“el carácter” de una persona, cualquier buen especialista en test, sin
conocerle de nada, y encerrado en su despacho podría descubrir con bastante
exactitud su carácter: sus rasgos de carácter.
**.- Pero
cualquier persona que trate con asiduidad a este individuo en su entorno
familiar, o en el laboral, o en el deportivo, festivo, etc…, podrá saber muy
bien cuál es su personalidad, su comportamiento, en su conjunto, o en cada uno
de esos diferentes ámbitos.
No es que una
cosa sea contradictoria de la otra; son simplemente facetas diferentes.
Por eso, en la
figura central del cuadro en cuestión, es por lo que he dibujado que el carácter
+ la inteligencia emocional, y nuestro objetivo vital, será lo que en
definitiva constituya nuestra personalidad y nuestras posibilidades de llegar
al estado de “fluir” al que nos referíamos en el capítulo 1105
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