Vamos a dar un
paso más en esta definición de objetivos vitales, un paso más hacia la
comprensión de cómo nuestra emocionalidad constituye realmente la esencia de
nuestra forma de vivir.
Para ello vamos a completar el cuadrito
anterior con lo siguiente
Se trata de que escribamos (sí,
sí, escribir) ahí abajo la emoción que experimentamos cuando pensamos, o
sentimos que no estamos logrando nuestro objetivo, o que nunca lo vamos a
lograr. (no preocuparse de momento de que la palabra que escribimos para
definir la emoción que sentimos sea la correcta técnicamente, o no lo sea; esto
ya lo iremos aprendiendo más adelante)
Bien, una vez que hayamos cumplimentado
ese cuadrito inferior izquierda , ¡¡y sólo cuando lo hayamos hecho!! (no vale trampas, ni atajos en el camino del
aprendizaje), pasamos a la figura siguiente y realizamos el segundo paso
complementario de este primer cuadro de definición del significado y alcance
del “proceso” de gestión emocional
Se trata, pues, de “expresar” la
emoción que sentimos cuando, al contrario de la anterior, visualizamos el éxito
o logro de que queremos, o simplemente la sensación de estar en el camino
adecuado.
Bien, una vez cumplimentado el cuadrito,
lo importante ahora no es (como ya dije anteriormente) si hemos expresado la
emoción exacta que sentimos en un caso, u otro (aunque saber identificar las
emociones es fundamental como veremos ….y aprenderemos más adelante). Lo importante es…..
….¿podríamos haber escrito simplemente
esas dos formas de “sentirse”?
... ¿das alguna validez a lo que de
movimiento o evolución de pensamiento indican las flechas del cuadro?
…Si es
así, estás en condiciones de poder comprender y aceptar que …..
Poco a poco iremos profundizando en
esta idea básica. Es lógico que aún no la aceptes del todo, que aún no la
incorpores a tu forma de ver tu vida; pero sí te voy a pedir que hagas una
cosa, porque eso sí puedes hacerlo ya: Plantéate que pudiera ser verdad esta
frase. ¿te imaginas qué posibilidades se abren
ante ti?, ¿te das cuenta de qué diferente podría ser tu forma de ver la vida,
tu forma de afrontar las situaciones?
Ah, ¿pero crees que no es cierto?;
bueno, pues permíteme que te recuerde una frase del gran filósofo contemporáneo
Jiddu Krishnamurti : “Si puedes llegar a
afirmar que algo es falso es porque, cuando menos, te has planteado la
posibilidad de que sea cierto”, por tanto, confío en que, de momento, estés
abierta, o abierto, a esa posibilidad (En la Segunda Parte de este curso
veremos como la “apertura mental” es una habilidad básica para una mejor salud,
para un sentirse mejor)
Bueno, llegados a este punto os voy a
pedir una acción importantísima por vuestra parte. Quizás algunas, o algunos ya
hayáis realizado alguna vez este ejercicio, denominado “Ideas sin pensamiento”.
Se trata de lo siguiente: vais a cerrar
los ojos, y durante unos 5 minutos vais a tratar de visualizar un espacio
interior en vuestro cuerpo. Un espacio que abarca vuestra cabeza (espacio del
cerebro), vuestro tórax (espacio del corazón y pulmones) y vuestro abdomen (espacio
de vuestro estómago, hígado, páncreas y riñones) ((centros donde se generan, radican y regulan
las emociones))
Pero este espacio está vacío. Lo podéis
visualizar con las texturas, colores y amplitudes que a cada uno le vengan,
pero siempre vaciados de todo eso que hemos citado.
Bien, pues en ese espacio están nadando,
moviéndose, esas dos ideas que hemos visto antes
Y nosotros las visualizamos, y nos
centramos simplemente en ver como se mueven por nuestro interior; existen, están
ahí, en nosotros, pero no pensamos en ellas, no las analizamos, no las valoramos
Y poco a poco ve visualizando cómo
vuelve a llenarse tu interior con esos órganos vitales del abdomen, del tórax,
de la cabeza, y cómo todo ello se acopla en un todo conjunto y armónico
Bien, volvemos a nuestro aquí y ahora y
voy a cerrar esta entrada con esta experiencia de integración de nuevas ideas .
Sé perfectamente que no todos los
lectores, todos los seguidores de este curso-blog van a estar de acuerdo en
estos momentos; e incluso es posible que al final del mismo aún haya varios que
no hayan llegado a admitir estos principios. Es lo normal. Es imposible que
todas las personas pensemos, sintamos, y lleguemos a comprender todo de la
misma manera.
Ah,
por cierto, este parrafito anterior es muy importante (como más adelante se
pondrá de relieve) para la salud emocional: y lo voy a repetir variando un poco
las palabras, según un proverbio que leí un día:
*.- Creer que todo el mundo piensa igual
que nosotros, es una simpleza innata al ser humano
*.- Creer que mis explicaciones y
razonamientos pueden hacer ver a los otros de forma diferente, es una sana esperanza
del ser humano
*.- Creer que aun comprendiendo los demás
que nosotros estamos en lo cierto nos van a dar la razón, es una mezquina
ilusión
Probablemente esto no sea exacto tal y
como está expresado, pero lo importante es lo que sin duda hay de cierto y real
en esos planteamientos: que no podemos condicionarnos porque los demás piensen,
o no, como nosotros, ni podemos sufrir porque no quieran admitir las ideas que
nosotros tenemos como ciertas….. ya que
-aún pudiendo ser consideradas realmente como ciertas y exactas por una
gran mayoría- lo que es evidente que no son “sus ideas y sus razones”. En la
medida en que cada uno de nosotros más reconozcamos y respetos la
individualidad de los demás, más seguros podremos estar de nuestra propia
individualidad; mientras que, por el contrario, cuanto más necesitemos el
consenso, aceptación y aprobación de los demás, más estaremos debilitando la
seguridad en nosotros mismos y la autoestima
Bien, cerremos pues este tema con tres
puntos que deseo someter a tu consideración,
es decir: que me gustaría que los “pensases y los sintieras”
1º.
¿Cuántas
veces te han preguntado (o has preguntado tú a otros) “¿cómo estás, te
encuentras/sientes bien / mal?”; “¿eres feliz con esta persona, con este
trabajo, …?”… ¿O cuántas veces, en estado de emocionalidad fuerte te han
preguntado (o has preguntado) por qué haces (o no haces) una cosa…y has
respondido (o te han respondido) con un simple “¡¡¡porque quiero ser feliz!!”?
2º.
El
gran novelista, aventurero y político francés André Malraux, dejó escrita esta
frase en sus célebres “Antimemorias” : “El
único objetivo lógico del ser humano, es tratar de ser feliz,
sintiéndose bien en cada momento y situación”
3º.
En
la Universidad de Harvard, el Curso con más popularidad y éxito, más que los de
economía -de los cuales son los grandes especialistas- es sobre la felicidad.
Dicho curso, impartido por Tal Ben Shahar se llama “Mayor Felicidad”, y atrae a 1400 alumnos por semestre y
el 20% de los graduados de Harvard
realizan este curso electivo
Finalmente, muy probablemente hayas
oído hablar del “Instituto Coca-Cola de la Felicidad”, una institución
promovida por Coca-Cola a lo largo y ancho de los cinco continentes, para
analizar en qué medida la idea de “felicidad” está en lo más profundo de la
Sociedad, y con qué aspectos relacionan las personas el sentimiento de
felicidad.
Pues bien, en nuestro país, a este
Instituto pertenecen personas, técnicos especialistas, tan renombrados como Eduardo Punset, Alejandra Vallejo Nájera, Javier Urra, Carmelo Vazquez, Sonja Lyubomirsky y Jesús
Sánchez Martos
Creo que este conjunto de datos concretos
nos permiten aceptar “la felicidad” como ese objetivo, o meta común del
conjunto de los seres humanos……si bien, la pregunta inmediata posterior sería.
“¿y en qué consiste la felicidad?”, o dicho con otras palabras: “¿qué nos hace
sentirnos felices….o infelices?”
Respuestas en las siguientes entradas
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