BLOG COMPLEMENTARIO

17 ene 2015

2105.- DSM .- TIPOS, ESTILOS Y TEST



Con este capítulo comenzamos a profundizar en los denominados “Tipos de Personalidad”, o “Tipos de Comportamiento”, que como ya dejamos planteado en el capítulo 2104 anterior, lo haremos a través de dos enfoques bien diferentes: el soportado en el sistema DSM, y el soportado en el Eneagrama.
 
Hoy vamos a comenzar con el DSM que  -como dijimos- tiene un origen clínico-científico, basado en el sistema de clasificación de los trastornos la personalidad publicado por la American Psychiatric Association, en su “Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales” comúnmente llamado DSM, y conocido  como la ‘biblia’ de la psiquiatría norteamericana  

Creación y evolución del DSM

El primer volumen definitivo con esta denominación y estructura fue el DSM III, publicado en 1980. Posteriormente, se publicó DSM-III-R de 1987, que ha venido siendo el soporte principal de este sistema hasta hace muy pocos años.
Su creación se debe a un numeroso grupo de expertos psiquiatras, psicólogos y epidemiólogos estadounidenses que decidió establecer una forma más sistemática de diagnosticar la mayoría de los trastornos tratados por los profesionales de la salud mental. 

Se desarrollaron así criterios para lograr una mayor uniformidad en la terminología usada por clínicos e investigadores en sus diagnósticos.
Durante la fase inicial, se realizaron amplias pruebas de las nuevas clasificaciones, tras lo cual las categorías fueron modificadas y pulidas. Un aspecto importante consistió en la evaluación de la fiabilidad de los diagnósticos por parte de los médicos. La pregunta que se planteaba era la siguiente: utilizando los nuevos criterios: ¿cree usted que dos médicos distintos llegarían al mismo diagnóstico de un paciente o emitirían opiniones antagónicas, como antes? Tales estudios, en los cuales desempeñó un papel activo el National Institute of Mental Health, demostraron que las categorías de diagnóstico incluidas en el DSM-III eran mucho más fiables que cualquier sistema empleado anteriormente
El nuevo sistema fue aprobado en 1979, comenzó a usarse en 1980 y ha obtenido un éxito mayor del esperado. Si bien el DSM-III fue pensado para los Estados Unidos, ya se ha traducido a trece idiomas, y en el mundo entero es utilizado como manual de consulta. Empleando los nuevos criterios, la investigación para poner a prueba y perfeccionar aún más el sistema de clasificación avanzó rápidamente. Desde el primer momento quedó claro que el nuevo sistema brindaba más elementos para estudiar las causas, la prevención y el tratamiento de los trastornos mentales que aquejan a tantas personas. 
A comienzos del nuevo siglo apareció la versión DSM-IV-TR, y actualmente ya está vigente la DSM-V-

EL  PDE

Junto a esta “biblia” doctrinal de los trastornos de personalidad o comportamiento, en cada caso concreto el médico, psicólogo, o psiquiatra, tiene ante sí un ser diferente, con una conducta específica, y con unos niveles de “desorden comportamental” diferentes. 

Entonces, al igual que los análisis de laboratorio permiten analizar, diferenciar y cuantificar las anomalías de cada factor metabólico, era necesario crear un instrumento que permitiera efectuar esta “diferenciación y cuantificación” de cada grado de trastorno comportamental.
Así surgió el test PDE  (PERSONALITY DISORDER EXAMINATION) .

 

 EL TEST  DE  “AUTORRETRATO  DE  LA  PERSONALIDAD”

Los principios inherentes al DSM y al PDE constituyen los cimientos del ‘Sistema de Estilos de Personalidad’ y del test para el ‘Autorretrato de la Personalidad’ (Oldham y Morris.- 1995)
Los trece estilos que se describen en este Test son los que se consideran comunes,  naturales y NO patológicos de la constelación de trastornos extremos incluidos en el DSM. Para decirlo de otra manera: así como la alta presión sanguínea representa un exceso de algo bueno, los trastornos de la personalidad no son sino los extremos del esquema humano normal, de la materia prima que están hechas nuestras personalidades. Puesto que el DSM identifica categorías de trastornos, se describen aquí las categorías equivalentes del funcionamiento humano “ordenado”.

A diferencia del PDE, el test para el Autorretrato de la Personalidad no constituye una herramienta para diagnosticar un trastorno de la personalidad. Por el contrario, se ha confeccionado para ayudar a delinear las partes que integran el ‘orden’ de nuestra personalidad, es decir, nuestro “estilo” de personalidad. Sirve, más bien,  para comprender quién somos en realidad, por qué nos comportamos como lo hacemos y para aprender a reforzar o reajustar nuestro esquema comportamental.

RASGOS, TIPOS,  Y ESTILOS DE PERSONALIDAD
Muchos expertos neurólogos y psiquiatras, parten de que nuestra personalidad está condicionada por nuestra genética biológica y por la cultural. Sería algo así como que de acuerdo con nuestra constitución biológica y el encuadre sociocultural en que nacemos y nos desarrollamos, es casi imposible que nuestras conductas sean diferentes a las que nos daría un modelo al respecto. A esto a lo que se de denomina “Rasgos” de la personalidad que vimos a través del NEO. 
Posteriormente planteamos el término “tipos” (o “tipologías”) de la Personalidad para referirnos a las formas reales de comportamiento de las persona; y estamos comentando que las veríamos a través de los capítulos dedicados al DSM y al Eneagrama.
Pero conviene poner encima de la mesa otro término más usado por los expertos al respecto: lo que se denomina “estilo” de personalidad. Para muchos tratadistas, “tipos” y “estilos” viene a ser lo mismo; pero otros prefieren el término “estilo” al aplicarlo en cierta forma a la “realidad actual” de cada persona. 
Y es interesante comprender estas sutilezas, por lo que recomiendo que aunque estemos casi al final del artículo, os leáis  con calma y reflexión los siguientes párrafos.
Suele decirse que la personalidad se asemeja a un mazo de cartas. A uno le entregan varias en el momento de la concepción, y las experiencias de la vida determinan luego qué cartas genéticas deberán mostrarse y, por lo tanto, de qué índole será su experiencia vital. Las cartas que le repartieron estarán ya relativamente definidas al concluir la infancia, y cada cual jugará el “juego de la vida”  de esa manera particular durante el resto de su existencia; y aunque ningún psiquiatra ni psicólogo ha inventado aún una bola de cristal capaz de predecir cómo reaccionará una persona frente a una determinada situación, las investigaciones demuestran que la mayoría de las veces reaccionamos de “forma similar”, de acuerdo con nuestra personalidad hasta ya avanzada la vejez.
Sin embargo esto no siempre es así. En el curso de la vida uno madura y cambia, pero lo hace de una manera característica y coherente. (Esta “coherencia” equivale a su “estado de salud o bienestar”) Esta “evolución”; esta manera nuestra de comportarnos en la actualidad, en cada momento presente, es lo que se suele entender bajo el término “Estilo” de Personalidad
El estilo de personalidad es nuestra manera de ser-comportarnos; el modo (-sano-) de hacer frente a los retos de la vida. La mayoría de los estilos poseen cierto grado de flexibilidad que permite enfrentarse a los escollos del camino. De este modo, las personas pueden adaptarse al cambio, lo cual hace posible una variedad de experiencias. Otras personas, por el contrario, se topan siempre con los mismos muros. Viven encerrados en moldes rígidos e inflexibles y eso les lleva a tener experiencias traumáticas, aburridas, huecas, tristes o disociativas durante toda la vida.
Según la teoría de los autores del Test de “Autorretrato de la Personalidad”, partimos de que la persona es un ser que vive normalmente sano, y que el estado “no sano” se produce en algún determinado momento, va en aumento, o no, desaparece, o se cronifica.  Pues bien la diferencia entre un buen y un mal funcionamiento  -entre “estilo sano” y “trastorno”- es sólo una cuestión de grado.
Y ¿cuáles son los tres factores que para estos expertos constituyen el posible paso de un “estilo sano” a un “trastorno”?
 1.- FLEXIBILIDAD // INFLEXIBILIDAD. El problema más común es tener una sola manera de reaccionar frente a las personas y situaciones exigentes que se presentan en la vida, y la clave para la salud es poseer un repertorio más amplio de conductas.

2.- VARIEDAD // REPETICIÓN. Muchas personas llevan una vida plagada de repeticiones: a menudo tienen problemas en el trabajo o en su matrimonio; tienen pocas experiencias gratificantes, y no progresan. Sus vidas son siempre iguales, día tras día. Otras personas, a pesar de que experimentan la adversidad y puedan ser propensas a los hábitos, saben divertirse espontáneamente, tienen una inspiración creativa, o han sabido emprender audaces rumbos nuevos en lo artístico.

3.- ADAPTABILIDAD // INCAPACIDAD PARA DOMINAR LA TENSIÓN. Muchas personas aunque tengan cierta tendencia a recluirse y volverse obstinadas frente a las exigencias que les plantean otras personas, sin embargo son capaces de  reanimarse y hacen frente a la situación. Otras personas no son capaces de asumir la menor presión y malogran trabajos, trayectorias, profesiones y relaciones.

El psicólogo Theodore Millon lo expresa con estas palabras :
“Cuando una persona demuestra capacidad para hacer frente a las circunstancias externas de una manera flexible, y cuando sus percepciones y conductas típicas alientan... la satisfacción personal, puede decirse que posee una personalidad “normal o sana”. A la inversa, si reacciona inflexible o defectuosamente frente a las responsabilidades de la vida diaria, si sus percepciones y conductas individuales le producen malestar o coartan sus oportunidades de aprender y madurar, podemos hablar de un esquema patológico o inadaptado”.


De acuerdo con todo lo anteriormente expuesto, el “cuadro de relación” sería el siguiente



(Os ruego disculpéis la letra que aparece en lospárrafos anteriores, pero no he logrado ponerla como el resto)


En el capítulo 2107 incluiré el TEST de  “Autorretrato”. 
Sin embargo, antes, en el 2106, que colgaré en uno o dos días, os presentaré las descripciones de las principales características de los 13 diferentes estilos que contempla el test, para que cada uno, antes de efectuar el mismo, trate de ver con qué tipo se identifica más.

Así que mi querida AA (alumna aventajada), no tengas prisa que a lo largo de la próxima semana tendremos disponible todo lo necesario para comprender perfectamente nuestro segundo test de personalidad.








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